Muchas veces apelamos al maridaje clásico que los expertos han encontrado entre el pisco y el cebiche, ya que este último tiene fuertes y marcados sabores, tanto salados como ácidos, lo cual nos hace pensar en un pisco de carácter, con intensidad, es decir, en un pisco puro. Tomando como punto de partida las características del cebiche, llegamos a la conclusión que la acidez marcada y la sensación de picor se ven perfectamente acompañados con el alcohol de carácter más bien dulzón (aunque también en algunos casos lo encuentran picante). Es así que tiraditos y choritos a la chalaca también podrán ser empatados, entre otros exquisitos platos peruanos, con nuestro querido Pisco Puro de Uvina 'Viejo Zorro'.
De otro lado, ingredientes que el vino no sabe acompañar, se ven altamente recompensados con un buen pisco: aceitunas, canchita peruana salada, ají, ocopa y guacamole son algunos buenos ejemplos. Igualmente, los tubérculos, dado su alto contenido de almidón, equilibran a la perfección: maíz, papa, yuca, mote.
De otro lado, ingredientes que el vino no sabe acompañar, se ven altamente recompensados con un buen pisco: aceitunas, canchita peruana salada, ají, ocopa y guacamole son algunos buenos ejemplos. Igualmente, los tubérculos, dado su alto contenido de almidón, equilibran a la perfección: maíz, papa, yuca, mote.
Por último, el maridaje del Pisco con los anticuchos tradicionales de corazón, los de res y hasta los hay de pulpito bebé resultan muy adecuados.
Es importante resaltar que los maridajes son posibles y agradables siempre y cuando el pisco se consuma moderadamente durante la comida.
Cata
En Vista: Limpio, brillante e incoloro.
En Nariz: Ligeramente olivado, ligaramente alcoholizado, dulce y limpio.
En Boca: Ligeramente alcohilizado, predomina el olivado, limpio, agradable y dulce
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